viernes, 4 de marzo de 2016

CAE LA LLUVIA


Y los pájaros se llevarán
de vuelta las palabras,
antes, me habré ido al sitio
donde se pierde la fe,
donde tropiezan las razones
porque he estado
en cada muerte de la lluvia
que me ha mojado de perdones
cuando estaba herido.
Vienes a mí esta noche
como los buenos recuerdos
que se cuentan en los tanatorios,
con la celosa forma de ser feliz
tan diferente
y me dices lo que no encuentro.
Los hijos ya son padres,
todo está más cerca de mis manos
en esta distancia,
todo lo que se ha ido de mí
y no sé qué ofrecerte
aunque esta noche
te haya devuelto la vida.


José Manuel Acosta.

POR UN MOMENTO PENSÉ


Hablo ese idioma cuando la luna se desangra,
y me entretengo con los verbos
por si dejo de respirar
mientras hablo con el calendario que se traga los días,
e intento recuperar esos momentos
en los que me he querido mucho
aunque las palabras
caducan cuanto más vida cumplo.
Rompo los silencios 

que tratan de hablarme a su manera, 
pongo esa canción que viene a mis labios
porque la sonrisa 

se ha hecho la muerta 
y tú estás pretendiendo aparentar otra edad.
Se han ido demasiados agostos 

y te das cuenta,
que te gustaría tener a tu profesora 

enseñándote a escribir, 
que te corrija las faltas de ortografía 
y llegue la hora del recreo 
porque hay una niña que te gusta,
y, cuando ya sabes restar,
lo primero que has aprendido 

es a sumar tu primer desengaño.
La vida pasa tan deprisa
que apunto de cumplir cincuenta y tres años,
te das cuenta que no has aprendido nada de ella.


José Manuel Acosta.