sábado, 20 de junio de 2015

MORTUUM CONSCIENTIA


El tiempo tiene
la infidelidad barata
de los recuerdos
con esa costumbre
que tiene el otoño ,
de refugiarse bajo las hojas
cuando dijo amor
y su edad se quedó en cenizas .
No sé si envejecer
de rodillas con silencio
o desnudar la memoria de las silabas .
No sé si alejarme
de la sombra de los miedos
o vivir con los restos del pasado .
El duelo es largo ,
siempre perdemos a alguien
que de vez en cuando
viene a acariciarnos
y nos deja descalzos
por el camino
de los obituarios .

José Manuel Acosta.

TODAVÍA NO


Me estás esperando
junto al idioma de las horas
sin traducir la verdad del silencio.
Me siento un extraño
entre calles desnudas,
con esa sensación
de los todavía hay tiempo
aunque llegue resumido
cuando anuncias tu llegada.
Tienes la costumbre
de encontrame en las heridas
contínuas y afiladas
desordenando los secretos
alfabéticamente.
Estás detrás de las edades
escribiendo todos
los capítulos de la vida,
y eres tan inútil
como el camino de mis manos
que enfría la sopa
antes de llegar a mis labios.
Te gusta firmar
con pseudónimo
los finales
aunque sea yo
quien describe
esta maldita soledad.


José Manuel Acosta.

EL ATRIL SOLITARIO


El amor se pierde
cuando se enfría
la memoria del alma,
y el corazón
duerme sin sueños
en la herida abierta
de las mañanas.
Tengo el tiempo necesario
para cruzar los puentes
por donde no pasa nadie
regresando los besos
marginados
en el primer bostezo de la noche.
Sigo esperando
en los pasillos de las cartas
sin destino,
en el encuentro
amarillo de los recuerdos.
En las dedicatorias
de la soledad.
En los inviernos de madera
llenos de palomas
sin mensajes
comiéndose las exactitudes
de la vida.


José Manuel Acosta.

LA OTRA



En cada renglón , se queda una parte
de mi vida
torciendo las palabras póstumas
que es cuando adquiere
valor la obra.
Cambiaré las tíldes en silencio,
que vienen a buscarme
los que nacieron inacabados
y cualquier casualidad
es mas lenta que mi nombre.
Cuando me casé con las letras
supe que sería para siempre
aunque durmamos
en habitaciones separadas.
Después,
regreso a lo privado,
encendiéndo el primer
cigarrillo de la noche,
y parece
que alguien me ama.

José Manuel Acosta.

lunes, 15 de junio de 2015

ELECTROCARDIOFELICIDAD




No hace falta que os hable del olvido,
de la paredes blancas sin vida,
de las sucesivas heridas
que callan sus miedos
y la mohosa garganta
que mendiga
la lírica de los no llores.
Me asomo a la verdad sin dueño
que acaba perfecta
y estaremos juntos
en la antigüedad que tienen
los pronombres personales,
de lo contrario
somos una innecesaria frecuente
buscando  dudas.
Qué poca libertad tiene
la felicidad estática
que se dobla estrecha
por donde sonríe, a veces.

José Manuel Acosta.

UN POEMA CALLEJERO



El amor es el ocio del cuerpo
y la poesía el de las palabras,
conjugando la luz invisible
de su verdadero espíritu ,
puedes jugar con su melancolía ,
la que tienen los poemas disgustados ,
o andar los caminos desnudos ,
cuando muero amando
sin interrogaciones .
Con la tristeza boca abajo ,
con un insomnio de llanto
que te aleja de quererte a ti mismo .
Hay algo en la memoria del poeta
que todo lo ama,
que cuando nadie lo quiere
sigue reeditando su vida .
Me urge olvidar la ausencia.

José Manuel Acosta.

LO QUE ESTÁ POR VENIR



Quizás  alguien me recuerde
cuando la noche me olvide
y deje de eructar  palabras la luna
porque a veces, hago
reformas en la conciencia
y es hora de regresar
a los labios que besan mi cuerpo.
Ese verso canalla
que se cita con mi muerte
a escondidas,
tan extraño como el sexo piadoso
de las prostitutas
que siguen cumpliendo años a solas,
con los dedos rotos de señalar a veces
lo estúpido de un desnudo pagado.
Quizás alguien me recuerde
cuando mis poemas
dejen de fabricar sueños
y lo perdido se quede escrito.

José Manuel Acosta.

EL VENDEDOR DE DESEOS



Me viene la lluvia,
como un lamento
de algo que no es mío
y me bastan las horas
extrañas que tiene la muerte
para comprenderlo.
Soy de amarillo olvido
por si vuelvo
cuando aún no he llegado
a habitar otro tiempo,
donde las almas
no quisieron ni quieren vivir,
porque es una deuda prematura
cuando la memoria
no llama a nadie
ni nada llega perfecto.
En realidad
yo no estaba aquí.

José Manuel Acosta.
Uno no se da cuenta la cantidad de cosas
que se puede aprender observando a otras personas.No para parecerte a ellos,
sino para encontrar nuestras faltas y darnos
cuenta que no somos tan diferentes.
Hubo una época que, mientras yo le escribía
poemas a la chica que me gustaba, otros,
guardaban los demonios que les imponía una
sociedad hipócrita, en la que era más importante
saber con quién te acostabas que preguntarle
si era feliz.
Mientras desayuno, sentado en la terraza del bar de siempre, donde las prisas olvida los buenos
días; una pareja de chicos jóvenes buscaban
sus miradas cómplices para abrigar el frío
que empezaba a despertar la media voz
de las confesiones.
Es inevitable el beso cuando el amor invade
cada rincón de nuestro cuerpo y, mientras
pensaba en lo bonito que es el amor,
una estela de murmullos invadió inoportuno
la paz de mis pensamientos que me trasladaba
a mis años tontos.
Pero aquellos chicos (ajenos al rosario de los
hipócritas, que no solo cargan sus cruces
en Semana Santa,esperando que un milagro
les perdone en un día todo lo que pueden llevar
las promesas incumplidas)
seguían mirándose porque hace tiempo
que superaron el odio y la felicidad,
no tiene sexo definido,
como el alma, esa que no se ve
para ocultar la intolerancia
que los homosexuales hace tiempo superaron.
Qué bonito es el amor
cuando amanece esperando a ser juzgado
y nadie regala felicidad sino es a cambio de algo.


José Manuel Acosta.

UN POBRE DIABLO

Me quiero a mi manera,
como el humo de las piedras
que guardan el silencio del tiempo,
hablando con la juventud
que tiene la historia
a pesar de sus años.
Me quiero a mi manera
por pedirle dignidad al cuerpo
cuando otros quieren
cobrarse mis triunfos
echándome su putrefacto aliento.
Me quiero a mi manera
porque la verdad
es mi partida de nacimiento
para cuando tú pierdas la memoria.
Me quiero a mi manera,
porque siendo mariposa
tú no pasas de capullo
viviendo como un gusano.


José Manuel Acosta.

JUEGOS DE NOCHE



Llegué con los veinte años
cuando los eneros
aún no tenían gestos
y el frío volvía despacio
de las mañanas.
Las calles de entonces
llevaban la verdad incómoda
porque las bisagras
de la vida,
olía a gente
huyendo de las confesiones
de la memoria maltratada.
Allí estaba ella,
esperando que llevase
los te quiero suficientes
que desordenen las dedicatorias
de los ríos turbios
que desembocan en sus ojos.
Ahí estaba yo,
con el árbol de los sentimientos
lleno de raíces
y el cielo envejeciendo
en sus ramas torcidas.
Nos pasábamos la sonrisa
de boca a boca
mientras la lengua del tiempo,
mojaba nuestros cuerpos
y nos quedamos ciego
de intimidad.
Aquí estamos nosotros,
rescatando los recuerdos
mientras estiramos
las sábanas
igual que las arrugas.


José Manuel Acosta.
Los acontecimientos históricos marcan nuestras vidas, aquel 1994 en el que se instauró el año internacional de la familia , hubo otra celebración menos importante para el mundo en un frío y lluvioso 5 de diciembre .
!! José Manuel Acosta acuda a paritorio ¡¡
Pasaban 12 horas de un nuevo día , cuando su pequeño cuerpo ensangrentado y unido aún al que sería su ombligo , comenzaba a respirar entre mis manos y las de mi mujer .
!! es una niña , una niña ¡¡
20 años han pasado desde entonces.
No sé cuántas palabras puede usar un padre para definir a sus hijos, bastantes menos que las de una madre que durante 9 meses sintió cómo es la vida y en los transplantes de médula se necesitan celulas madres y no padres.
Con estas simples palabras , he logrado uno de los mayores triunfos de la vida con la necesidad que un hijo/a , supere a sus padres en cualquier faceta de la vida con un apoyo incondicional aunque sepas que pueden equivocarse como todos lo hicimos.
Y sé y confio que aquella minúscula vida que un día sostuve entre mis manos será la misma que no muy lejano sostendrán las mías .
Apunto de terminar su primer año de trabajadora social , el mundo me sabe mejor porque su coraje y esfuerzo , me deja sin palabras convencido que un mañana mejor ella lo hará posible.
Y sus padre y su madre comprenden que un día internacional , no tiene que recordarnos qué es la familia cuando los hijos es el todo de nuestra existencia. Adelante...siempre adelante
porque también pienso en los padres que perdieron la suya.


José Manuel Acosta.

SOLEDAD VISIBLE

Yo escribo por la inseguridad
que me causa el mundo .
Cuando era niño
corría detrás de las libélulas ,
me atraía esa libertad
que luego descubrí
en los libros .
Ahora no cometo
faltas de ortografía ,
el mundo es tan miserable
que condenan más tus palabras
que los sentimientos
que nacieron de ellas ,
y he caído en esa ironía
de corregir esta
cuando no lleva tillde
aunque me gusta decir acento
que es lo que hay
que ponerle a la vida
cuando todos ,
hemos sido un Lazarillo de Tormes
que , de tantos palos
aprendemos astucia .
El libro más importante
que marcará mi vida
no lo he leído
porque es imposible
leer lo que honra al difunto .
Es el motivo
por el que hay
soledades que son visibles
cuando miramos
para otro lado .

José Manuel Acosta.

miércoles, 10 de junio de 2015

CUANDO TODOS DUERMEN



Es la soledad de la noche
común a las horas
que duermen en mi ventana
cuando los labios de la calle
se fuman su último cigarrillo.
Siempre vuelven a mí
los poemas de madrugada,
el café que se cansa de
mover los recuerdos,
y las cicatrices que me buscan con miedo.
Me convierto entonces,
en ése hombre débil
con nariz de payaso
por si alguien no me ve pasar
cuando sea ceniza.
El último verso,
se queda llorando en la noche
mientras abre la mañana sus ojos.

José Manuel Acosta.